De la cuna a los estudios de doblaje, Vera Bosch cuenta con un largo recorrido de voces femeninas y experiencias dentro de este sector poco valorado en la industria
Vera Bosch es actriz de doblaje desde los cinco años. Su padre, Alberto Bosch, también actor de doblaje, la inició en este mundo haciendo publicidad para Cartoon Network y, desde ese momento, Vera no ha parado de trabajar y doblar a muchísimas mujeres. No solo en la gran pantalla, sino en grandes series y aclamados videojuegos. Actualmente la podemos reconocer en grandes personajes como: Zendaya en Euforia, Rubby en Sex Education, Veronica Lodge en Riverdale, Shuri en Black Panther, Eloise en los Bridgerton… y un largo recorrido de grandes personajes femeninos.
Vera Bosch en sus inicios como actriz de doblaje
Tus inicios en este mundo empezaron casi como un juego de niños…
Empecé haciendo publicidad. Cartoon Network era un proyecto que empezaba en ese momento y buscaban niñas pequeñas que tuviesen desparpajo y que funcionasen. Hasta ese momento todo lo que se hacía en publicidad era muy seco. Pero ellos querían romper haciendo algo mucho más informal y divertido. No era habitual que los niños hiciesen publicidad. Los que hacíamos cositas éramos “hijos de” porque éramos los que, de alguna manera, sabíamos más. Mi padre se ponía conmigo y decía: “Vera, di esto así y esto asá”. Quien no se dedique a esto, puede llevar a su hijo allí, pero no le puede guiar.
Quien no se dedique a esto, puede llevar a su hijo allí, pero no le puede guiar
¿Qué primer recuerdo asocias al doblaje?
Con mi padre en casa, mi juego favorito era el de las marionetas. Recuerdo que me regalaron unas navidades el típico set de marionetas, que tenía el escenario y todo. Yo lo ponía en el salón y les ponía voces. También jugaba con las Barbies y con todo lo que pillase por ahí. Siempre he tenido claro que me quería dedicar a esto, aunque he tenido muchos momentos en los que han habido otras cosas que me gustaban.
¿Cómo ha evolucionado este mundo?
El doblaje ha cambiado muchísimo. Antes de que aparecieran las plataformas, como había menos trabajo, había menos gente. A día de hoy, con el tema de las plataformas como Netflix, HBO… ha entrado mucho producto, con lo cual se ha adentrado mucha más gente a la profesión. Hay profesionales maravillosos y siempre entra gente nueva muy buena. Pero como hay más demanda y todo tiene que ser más rápido, se ha perdido la calidad porque no hay tanto interés en seleccionar a gente que sea mejor, se prioriza que cumpla una función y todo salga adelante. A mí me ha pasado que a lo mejor he hecho media película yo, media película otra chica y acaba la película con varias voces. Estamos en estas, te avisan con dos días de antelación y si no puedes, escogen a otra.
Ahora hay mucha demanda, todo va muy rápido, ¿cómo crees que afecta al sector?
Para mí no es sostenible y me da rabia, porque no todo vale. Para que algo esté bien hecho, requiere un tiempo. En el caso del doblaje me da rabia porque hacer una película conlleva mucho tiempo. Están tres años para hacer una película y hay una actriz detrás que lleva un año y medio preparándose un acento o preparándose el personaje, y tú, en dos días, tienes que sacar un hueco para hacer la puñetera película y dices “soy buena, pero también necesito tiempo para hacer mi trabajo”. Bastante bien salen las cosas para el tiempo que tenemos. Tampoco necesito un año y medio, pero a lo mejor necesito dos días en vez de una tarde para hacer una película.
¿Dónde está el secreto entonces?
Que te dejen ver la película antes o que te expliquen un poco más acerca del personaje. Es complicado porque tenemos una dinámica de trabajo que no es para nada la de sentarnos a ver la película antes de hacerla. Hay casos en los que se agradecería hacerlo, porque hay personajes que son especialmente difíciles, por ejemplo cuando requieren de un acento o de algo en concreto. Y ya no hablamos de la calidad de la imagen. Ahora o no está la película terminada o llegan imágenes con círculos en la boca o, incluso, completamente en negro por tema de confidencialidad. Firmamos un contrato de confidencialidad, no pongas una imagen en negro con un puñetero círculo en la boca.
Firmamos un contrato de confidencialidad, no pongas una imagen en negro con un puñetero círculo en la boca
¿Está bien remunerado con todo lo que se os pide?
No lo creo. No voy a decir que vivo mal porque para nada, pero no cobramos tanto como la gente pueda pensar. En el doblaje, si trabajas mucho, vives bien, es así. Pero en relación a lo que generamos, nos pagan una ridiculez. Soy vicepresidenta del Sindicato de Actores de Doblaje de Madrid y somos la única comunidad que tiene un convenio con unos precios establecidos. Se hace doblaje en otras comunidades también; en Galicia, en Sevilla, en Valencia, en Barcelona… Pero algunos no cuentan con esos convenios.
Vera Bosch con el premio nacional de doblaje
Si te mandan varias ofertas, ¿qué criterios sigues?
No sigo ningún criterio. A mi, en principio, lo que me den. Nunca he dicho que no a un personaje y me da igual si es más relevante o menos. Si tengo tiempo y hueco, voy a venir a hacerte diez frases, como si es una. Evidentemente, cuando hay épocas de mucho trabajo y me llaman para una cosa más pequeña y estoy con proyectos que requieren más tiempo y no puedo, obviamente, no cojo el trabajo. Pero en ningún caso digo que no. Únicamente he dicho que no a ciertos personajes o proyectos por quién lo dirigía, porque no tengo una buena relación con esta persona o por ética profesional.
He dicho que no a ciertos personajes o proyectos por quién lo dirigía, porque no tengo una buena relación con esta persona o por ética profesional
¿Qué habilidades son necesarias para ser un buen actor de doblaje?
Esto es un poco farragoso. Lo primero y principal, ser actor o actriz, básico para mí, y segundo, que seas todo lo moldeable que puedas, que sepas dejarte llevar por un director, porque eso no es tan fácil. Y ser un poco cuatro por cuatro y poder enfrentarte a casi cada reto. Hay gente que dice: “sólo hago damitas”. Yo también sé poner la voz bonita, pero, a veces, hay que rompérsela y hay que hacer a una yonqui. Mira a Zendaya, no es lo mismo en Disney Channel que en Euforia. Son personajes diferentes y tienes que saber amoldarte y no hacer siempre lo mismo. En resumen, ser actor y una persona bastante moldeable que se sepa dejar dirigir.
Remarcas que hay que estar bien formado, ¿qué opinas sobre el intrusismo laboral?
Lo mismo que en cualquier trabajo, es muy fácil meter el pie en las profesiones artísticas. No es lo mismo operar a corazón abierto que hacer una película sin ser profesional. A lo mejor coges a un cantante, lo pones a doblar una peli y lo hace de puta madre, pero no es lo normal. He estado en la Víctor Ullate muchos años, pero ni se me ocurre pensar que puedo subirme a un escenario con Beyoncé a bailar. Entiendo que es una estrategia de marketing absoluto. No me parece lo lógico, pero siempre van a generar más interés porque tienen gente que les sigue. Me parece absurdo, pero si la distribuidora decide cuál es su plan de marketing y les funciona, ¿qué voy a hacer yo? No puedo hacer nada. Ahí solo puede entrar el espectador y que sea él quien lo diga y no lo consuma.
Es muy fácil meter el pie en las profesiones artísticas, porque no es lo mismo operar a corazón abierto que hacer una película sin ser profesional
Has estudiado también teatro, actuación, etc. Entonces, ¿por qué te decantaste por el doblaje?
He estudiado interpretación porque para hacer doblaje hay que ser actor, es una rama más de la interpretación. Y me encantaba el teatro, lo disfrutaba muchísimo y seguro que, si me sale la oportunidad de hacer algo, lo acojo. Pero a mí me aporta más interpretar muchos personajes muy diferentes entre sí. El doblaje es súper difícil, y la gente lo toma como vocecitas. Pero en mi carrera de 11 años, he trabajado, y no exagero, en más o menos 500 producciones, eso es algo impensable cuando te dedicas a la imagen. Es lógico que no te dé tiempo a hacer tantas cosas, pero el rodaje que te da hacer doblaje jamás en la vida te lo dará el teatro o el cine. Te darán otras muchas cosas, pero lo que te da el doblaje, no hay otra rama de la interpretación que te lo pueda dar.
El rodaje que te da hacer doblaje jamás en la vida te lo dará el teatro o el cine
¿Qué es lo más complicado de este sector?
Para mí, hay muchas cosas. Podemos hablar de lo complicado en lo técnico y lo complicado en el día a día. De lo complicado en lo técnico, en general, son los personajes histriónicos, los que son intensos, tanto en lo dramático como en la comedia. Y lo más difícil de dedicarte al doblaje, es que, como cualquier freelance o profesión artística, hay días o épocas que tienes mucho trabajo y momentos en los que no te llaman. Y te tienes que gestionar muy bien, tanto económica como psicológicamente porque estar esperando a que te llamen es jodido, sobre todo, cuando se alarga en el tiempo.
¿A qué desafíos te enfrentas actualmente?
Ahora mismo estamos viviendo el momento de huelga de Estados Unidos y tengo menos trabajo del que suelo tener habitualmente. Es saber gestionar bien el no trabajar y, de repente, trabajar mucho. Porque acostumbrarte a no parar por casa, no ver a tus amigas, no tener vida social por estar todo el día metido en una sala oscura sin ningún estímulo fuera, psicológicamente es jodido. He tenido épocas muy heavys, y llegar a mi casa, sentarme en el sofá y echarme a llorar y no saber por qué. Porque emocionalmente estoy completamente sobrepasada. Por eso es tan importante saber gestionar cada momento y para mí eso es lo más complicado de nuestra profesión.
En relación a los personajes, ¿cómo los preparas antes de empezar el proyecto?
No hay truco, no me voy a inventar algo que no es. No me preparo ningún personaje, llego a sala, y si es un personaje que no conozco, el director o la directora me explica el personaje, la película y un poco qué es lo que va a pasar, nos vamos al principio del guion y ensayo. Y voy viendo lo qué va pasando a medida que lo voy haciendo.
¿Cómo vas cambiando el chip al hacer varios personajes en un mismo día o semana?
Entro en una sala y en otra y, simplemente, con ver el personaje hago ese chip. O sea, no digo voy a sentarme aquí, voy a poner la canción de tal artista… ¡No! Lo óptimo es entrar, escuchar y luego ya ensayar. Ese ensayo previo te mete dentro del personaje y te hace fluir con él. Para mí es importante escucharlo porque quiero ver qué volumen tiene, qué emoción tiene, qué está pasando. Si no, ¿cómo voy a saber lo que va a hacer el personaje si ni lo he escuchado?
Vera Bosch trabajando en el estudio de doblaje
¿Qué diferencias principales hay de un formato a otro: videojuego, animación y serie de televisión?
Los videojuegos son lo más diferente. Las series y las películas se graban con imagen de la misma forma, pero en los videojuegos trabajamos por audio únicamente. En muchos casos, ni conocemos cómo es físicamente el personaje. Nos lo describen un poco y a veces ni eso. Tú llegas y tienes una raspa, una pista de audio, te ponen el original y replicas lo que escuchas. El mundo de videojuegos es complicado y es el que peor pagado está. Es alucinante por el dinero que generan. Y, sobre todo, porque también te machacas mucho la garganta. Pero es otra forma de trabajar. Me gusta hacer videojuegos, pero prefiero hacer otras cosas, porque como actriz me dan más información. Aunque depende de quién te dirija y cómo te dirija.
¿Qué personaje recuerdas con más cariño?
Es como elegir entre mamá o papá. Obviamente hay personajes más especiales para mí y otros menos, pero no hay uno en concreto que yo diga que es el personaje de mi vida. Hay muchos que me han marcado por muchas cosas, tanto buenas como malas. Al final, es un trabajo muy emocional, tengo mucho carácter y me implico mucho. Es verdad que no me llevo el personaje a casa pero cuando estoy interpretando me remueve mucho, soy muy visceral.
¿Alguna vez tu interpretación te ha ayudado a superar algún momento de tu vida privada?
Verlo desde la parte que interpretas y verlo desde otra perspectiva te hace reflexionar contigo mismo. Es un poco como ir a terapia en muchos casos. Hay personajes que me han marcado mucho por eso. Algunos me han aportado durante momentos muy malos y me han hecho evadirme e, incluso, aprender. Muchas veces cuando te está pasando algo, curiosamente te toca un personaje al que le pasa algo parecido. Y luego, también, en momentos normales de mi vida, en los que soy Vera, sin ningún problema, hay personajes que me han enseñado mucho porque igual no lo había hecho nunca y a base de currármelo tengo un registro nuevo. Depende de mi situación emocional y de muchas cosas, pero he aprendido mucho. Eso también es lo guay de esta profesión.
¿Es proporcional la fama de la película al nivel de complicación y trabajo que lleva doblarlas?
Hay películas, por ejemplo independientes, que quizá no ha visto mucha gente y son lo mejor que has hecho en toda tu carrera, porque interpretativamente eran muy complicadas o más emocionales y te has dejado ahí toda la piel. Luego es una película que está en Filmin y que la han visto tres de tus amigas porque se la has recomendado tú. Qué pena, porque la película es buenísima, pero no es un Black Panther que al final lo ve todo el mundo. Que ojo, es una peli muy guay, el personaje de Shuri es genial y a mí me encanta interpretarla, pero hay personajes mucho más interesantes para mí a la hora de interpretar y mucho más complicados, que quizás son más desconocidos y a los que probablemente tengan más aprecio.
Si pudieras prestar tu voz o doblar a un personaje que no has doblado, ¿a quién sería y por qué?
Siempre digo que Audrey Hepburn en Desayuno con Diamantes porque es mi película favorita, pero hay tantas mujeres que me encantaría doblar. También te digo que tengo tan asociadas las voces a las actrices que las han doblado que se me haría muy raro intentar interpretarlo. Pero me encanta doblar mujeres con historias bonitas y me da igual si son personajes que ya existen o no. Me considero muy feminista, me encanta aprender de otras mujeres, por supuesto, de hombres también, pero yo soy mujer y entiendo la dificultad de serlo en muchos aspectos y me encanta poder escuchar a otras, entenderlas y empatizar con ellas. Mi trabajo, principalmente, es contar sus historias.
El mundo del cine en general, en cuanto a dirección, guionistas… es un sector muy masculino. ¿Pasa lo mismo en el doblaje?
Es super curioso, pero no. En el doblaje hay muchas directoras maravillosas a las que se respeta absolutamente. Además, desde hace muchos años, el doblaje tiene un convenio colectivo por el que se cobra exactamente de la misma forma, no hay esa desigualdad. Hay situaciones absolutamente machistas que siguen estando ahí y por lo que yo veo y por cómo trabajo aún la mayoría de direcciones importantes las llevan hombres. Pero hay muchas mujeres que dirigen y que tienen puestos muy altos. Incluso ya no solo en dirección, sino en las clientas con las que trabajamos también de las distribuidoras. No hay un techo de cristal ni una desigualdad en absoluto. Lo que sí noto es la poca representación de la mujer en ficción. Hay más personajes masculinos que femeninos. Sobre todo cuando pasamos de los 25 empieza a haber muchas menos mujeres.
En lo que respecta a los videojuegos igual, cada diez protagonistas hay ocho hombres y dos mujeres. Yo no quiero que trabajen más mujeres o que trabajen menos hombres. Si una serie tiene más hombres, pues trabajan más hombres. Pero noto, sobre todo en mujeres de 40 a 50, 60, que hay muchísimo menos trabajo.
Si una serie tiene más hombres, pues trabajan más hombres. Pero noto, sobre todo en mujeres de 40 a 50, 60, que hay muchísimo menos trabajo
¿Has tenido alguna mala experiencia por ser mujer en, como decías, un sector más masculino?
Me pasó una vez, tendría 17 o 18 y recuerdo que tenía una escena de sexo en la que era tremendo. Además, no paraba de gemir, era muy heavy. Ahora mismo, estoy curada de espanto y no me importa en absoluto. O sea, grito un orgasmo como si tuviera que llorar. Pero en ese momento a mí me daba mucha vergüenza y reparo, y de repente, sacar eso de mí delante de tres hombres, porque en ese momento había un técnico, un estudiante de sonido y el director, para mí era una cosa muy incómoda. El técnico y el otro chico estaban hablando mientras yo ensayaba, no fue nada respetuoso. El director se levantó y les dijo que si por favor se podían callar, que estaba ensayando la actriz. Y yo eso lo valoré muchísimo.
En cuanto a la incomodidad y el trato, a veces no hablamos de un acoso directo, simplemente de condescendencia, superioridad, etc. ¿Has notado esto alguna vez?
Notas a veces que te tratan como si fueras imbécil y no entendieses lo que estás haciendo. Me ha pasado que alguien me dé unas pautas. Entonces, yo lo grabo. “No, es que no me has entendido, es más así” y yo hacerlo exactamente igual y decirme “Así sí”. Necesitan saber que tú lo has hecho porque ellos te han dado esa pauta. Eso con mujeres directoras no pasa. No tengo ni una sola experiencia en la que una mujer me haya tratado con condescendencia o desde ese punto de que eres tonta y no sabes.
Sin embargo, un hombre ha venido a explicarme cómo se siente una mujer cuando se aprovechan de ella. Y digo, ¿me vas a venir aquí a contármelo tú? O explicarme que una chavala de 16 años se ha manchado de regla en clase y está pasando mucha vergüenza. “Te voy a explicar, porque ella se siente X”, pero ¿me lo vas a explicar a mí tú? ¿de verdad? A una mujer ni se le pasa por la cabeza explicarte ese tipo de cosas.
Habrás doblado escenas de sexo en algunas películas, escenas que son prácticamente irreales, ¿cómo afecta esta imagen a las mujeres jóvenes?
Nosotras mismas nos hemos sexualizado una barbaridad por las películas y hemos sentido muchas veces la necesidad y la obligación de ser nosotras quienes conquistemos o seduzcamos. O sea, ¿quién es la que se compra el conjunto rojo? No sé, yo creo que el cine ha hecho mucho daño. Efectivamente, en la mayoría de los casos, lo han escrito hombres. Creo que ahora mismo se le está dando más sentido al cine dirigido por mujeres, que no quiere decir que no haya hombres que dirigen maravillosamente y que escriben historias preciosas, pero desgraciadamente el porcentaje de guionistas equivocados es mayor. Eso es así, son números. Cada vez hay más mujeres que cuentan historias desde otras perspectivas y que a nosotras nos hacen sentirnos más entendidas.
Nosotras mismas nos hemos sexualizado una barbaridad por las películas y hemos sentido muchas veces la necesidad y obligación de ser nosotras quienes conquistemos o seduzcamos
¿Sueles estar muy pendiente del doblaje cuando ves una película?
Soy muy cinéfila y soy muy friki. Hay películas que incluso las veo simplemente por la fotografía o por el director o directora. Evidentemente es imposible no ver una película y no fijarme en el doblaje. Pero estoy muy acostumbrada a ser capaz de separar. Toda mi vida he sabido que Hannah Montana era Piluca, una amiga de mi padre, Belén era Selena Gómez o mi amiga Laura era Demi Lovato. Pero sí es cierto que cuando veo una película, y está muy bien hecha, digo “Qué bien el doblaje”. Y me fijo en ciertas cosas. “Qué complicado es esto, qué jodido esto que ha hecho aquí”. A veces, al revés. Yo he salido del cine y me he quitado series porque he dicho “esto es una mierda, no lo puedo ver”.
Vera Bosch en la gala de los premios Irene de doblaje
¿Desconectas cuando ves una película que has doblado o inevitablemente te fijas?
Inevitablemente me fijo, de hecho, me da mucha rabia. The Crown es una serie que me flipa y es de mis favoritas, porque además está muy bien hecha. Tiene un reparto de doblaje maravilloso. El director me propuso para un personaje muy importante, quizá os podéis imaginar cuál era, pero yo le dije que no porque no lo voy a disfrutar como espectadora. Me haría mucha ilusión, pero es que me gusta tanto que no quiero hacerlo yo. En vez de estar pendiente de la serie voy a estar pendiente de mí, de si lo he hecho bien. Al final, en esta última temporada, me dio un personajillo de una de las novias de Guillermo antes de estar con Kate y me hizo mucha ilusión porque me daba más igual.
En cuanto a proyectos futuros, ¿qué nos puedes contar?
No puedo contar mucho más de lo que se sabe. Porque ya sabéis que por confidencialidad hay cosas guays que queda un tiempito para que salgan, pero lo más reciente, los Bridgerton, la última temporada. Va a ser una temporada muy guay y que os va a gustar mucho. Además, como tampoco lo veo todo, solo mis partes, también tengo muchas ganas de verla, porque sé que está quedando muy bien.
Finalmente, ¿Cómo definirías el mundo del doblaje en una palabra?
Podría decir que es familia, porque he crecido en ese entorno. Pero también diría que es casa. Jamás me voy a sentir como entrando a estudios en los que he hecho deberes, he merendado, he llorado, me he cogido pataletas, me han cogido para un personaje que me hacía mucha ilusión, no me ha cogido para un personaje que me hacía mucha ilusión… He vivido tantas cosas en una sala de doblaje, que para mí es casa.