- Dirección: Emma Seligman
- Reparto: Rachel Sennott, Ayo Edebiri, Ruby Cruz, Havana Rose Liu, Kaia Gerber, Nicholas Galitzine
- País: Estados Unidos
- Género: Comedia
- Guion: Emma Seligman, Rachel Sennott
- Duración: 92 min
El club de la lucha si fuese creado por lesbianas de la generación Z. Así se puede resumir la nueva película de la directora de Shiva Baby, que nos trae una comedia llena de descaro, sátira y mucho feminismo. Bottoms nos adentra en la vida de PJ (Rachel Sennott) y Josie (Ayo Edebiri), dos adolescentes lesbianas que quieren perder la virginidad antes de acabar el instituto. Para lograrlo, deciden crear un club de lucha para defenderse de la violencia de género que está habiendo en la escuela. Pero su objetivo es que entren las chicas más guapas del instituto al club para poder ligar con ellas.
El metraje es una parodia de las películas adolescentes, recogiendo todos esos clichés de deportistas tontos, animadoras inalcanzables y perdedoras que quieren hacerse ver en el colegio. Pero lo utiliza a su favor para poder reírse de ello y no tomarse tan en serio a sí misma. El conjunto de personajes hace la historia mucho más interesante, empezando porque en este caso las “perdedoras” son dos chicas queer, personajes que no suelen ser principales, y mucho menos en una película sobre adolescentes. Sin embargo, lo más llamativo es que las traten como personas totalmente complejas, capaces de tomar malas decisiones y de ser consideradas malas personas.

Bottoms es un largometraje lleno de violencia y de crítica social. El metraje toca temas bastante duros, como el acoso o las violaciones, y el espectador tiene que estar preparado para que se trivialicen. Porque la película coge toda esa misoginia que encontramos en la sociedad y usar el humor como arma de contraataque. Su intención no es que sientas pena por los personajes y por sus historias, sino que seas muy consciente de que el sistema ha normalizado que le pasen estas cosas a las mujeres y llegar al siguiente nivel, en el que se usa la sátira como protesta.
El punto más fuerte de la película es, sin duda, la comedia llevada al absurdo durante toda la cinta. Uno disfruta de un largometraje como éste cuando se nota que es consciente de lo ridículo que es y de que esa exageración viene de un lugar de reivindicación feminista frente a esas experiencias que se viven por el hecho de ser mujer. Desde luego, es la película perfecta si quieres ver la sororidad llevada al extremo.
Puntuacion: 5/5
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