Festival de cortometrajes Helena Cortesina: un espacio de visibilidad y reconocimiento para las mujeres en el cine

El pasado sábado 5 de julio se celebró la tercera edición del Festival Helena Cortesina en el Teatro Arniches de Alicante

Durante los dos días de proyección se pudieron ver los 20 cortometrajes seleccionados de entre los 300 presentados, y no quisimos perdernos la gala para conocer a jóvenes promesas del cine español. El Arniches estaba lleno de ilusión, nervios, esperanza y ganas de reconocimiento, en un festival donde la mujer es el centro de todo. Una tarde muy calurosa fue testigo de cómo empezaban a llegar las protagonistas por la alfombra morada.

Una de las primeras en llegar fue Carlota Pereda, directora de películas como Cerdita o La ermita, quien se encargó de ofrecer una masterclass durante la gala. Una clase magistral con un discurso en busca de la igualdad en el cine español lleno de reivindicaciones. Fue galardonada con el premio de honor por su destacada carrera, su especialización en el cine de terror -un género poco explorado por mujeres cineastas- y por su labor en la visibilización de personajes femeninos con cuerpos no normativos. 

Pereda no se guarda nada al pronunciarse acerca del concepto de “cine de mujeres”, pues defiende que el cine se basa en las experiencias de los autores y que intentar meter todo en el mismo cajón es una forma de reducirnos a un estereotipo. “Todas llevamos nuestras experiencias en lo que hacemos. Es verdad que hay una cierta experiencia común, la experiencia femenina, que son cosas que hemos vivido la mayoría de las mujeres, pero hay que tener en cuenta que también somos distintas personas y no hay un cine común ni una cosa uniforme”, comenta la directora.

Además, aclara que aunque anteriormente hayamos visto temas como la maternidad o la regla en el cine, se ha hecho desde un punto de vista masculino, generalmente cómico, en el que la mayoría de veces se infravalora a la mujer. “No creo que existan temas femeninos. Hay temas de los que no se ha hablado antes porque no había espacio para contarlos. Ahora que tenemos ese espacio, es normal que surjan estos temas y este tipo de películas”, añade.

 

Carlota Pereda en el Festival de Cortometrajes Helena Cortesina / Rafa Molina

En una industria en busca de la igualdad, es fundamental proporcionar las mismas oportunidades y recursos a las directoras. Carlota Pereda es clara: “No se confiaba en el presupuesto para películas dirigidas por mujeres sobre otros temas porque consideraban que no lo sabíamos hacer”. Y es que es necesaria esta confianza para que mujeres directoras puedan desarrollar sus proyectos con la misma libertad y apoyo que lo hacen con los hombres cineastas. 

Esta es una de las razones por las que surgió el festival de cortometrajes Helena Cortesina, un espacio para dar la visibilidad y el reconocimiento que merecen las mujeres cineastas. 

Inés Pérez, directora del cortometraje de animación Una canción, galardonado por el Festival Internacional de Cine Fantástico de Elche (FANTAELX) con el premio especial FANTAELX-L’ALJUB, manifiesta que festivales como el Cortesina permiten que otro tipo de historias, perspectivas y visiones de cómo vemos las mujeres el mundo, -o de quien quiera contar historias desde nuestra perspectiva-, se lleven a la palestra más fácilmente. 

Inés: “Tengo cierta debilidad por la lucha feminista, por escuchar y ver diferentes experiencias femeninas. Me hace resonar y encontrarme, me empuja a seguir divulgando y entreteniendo. 

Por otro lado, Claudia Corbí y Ana González, parte del jurado joven del festival, declaran que lo ideal sería que ya existiera una igualdad en el panorama audiovisual. “Estos espacios son necesarios para dar visibilidad a la mujer, a gente joven que está empezando y a toda aquella persona que quiera hacer arte”, afirma Claudia. “Al final, si los productores dan más facilidades a las ideas masculinas, festivales así ayudan a que se vaya avanzando en esa igualdad. Es fundamental dar visibilidad a nombres y caras de mujeres cineastas en variedad de géneros, tonos e historias”, explica Ana. 

 

Claudia Corbí, Eva Peral y Ana González, jurado joven del festival / Rafa Molina

González ha sido la encargada de llevar las redes sociales: “El Cortesina me ha dado la oportunidad de aportar, desde la perspectiva de una mujer joven, lo que pienso sobre el cine actual y hacer mis propias recomendaciones sobre películas. Me han dado muchísima libertad”, expone la estudiante de Comunicación Audiovisual. 

Además, ambas coinciden en que en su experiencia siendo el primer jurado joven del certamen, fue muy difícil elegir entre los seleccionados debido a la calidad y diversidad de cortometrajes. 

Una de las galardonadas fue Anna Giménez, quien con su cortometraje Cosas que casan, se ganó el amor del público y fue premiada con dicho premio. Su ópera prima fue fruto del curso de filmmaker impartido por la Escola Superior de Cinema y Audiovisuals de Catalunya (ESCAC) en Ciudad de la Luz.

 

Anna Giménez, directoras de Cosas que casan, recogiendo el galardón / Rafa Molina

Giménez reclama que es importante que empecemos a poner las cosas en su sitio en un discurso crucial sobre el trabajo, la visión creativa, el buen rollo y el potencial de las cineastas.

Anna Giménez: “Las mujeres deben estar en el lugar que nos corresponde, que es en el mismo lugar que el de los hombres”. 

También tuvimos el placer de mantener una charla con Marina Donderis, Núria Poveda y Marina Cortón, directoras de Becarias, nominado al Goya a Mejor Cortometraje de Animación y mención especial del FANTAELX en el Helena Cortesina. Tres amigas compañeras de piso, al igual que en su film, que reivindican que es importante ensalzar la figura de la mujer, ya que ha estado denostada durante todos estos años. “El inicio del cine es muy masculino. En las charlas y en conversaciones entre amigas siempre se comenta. Ahora somos nosotras las que estamos contando las historias”, declara Marina Donderis. “La realidad es que hay una invisibilización que hace que cueste mucho más conseguir reconocimiento”, añade Núria Poveda. 

Marina Donderis, Núria Poveda y Marina Cortón, directoras de Becarias, recogiendo el galardón / Rafa Molina

La importancia de los festivales de cine radica en dar a conocer historias que, de otra forma, quedarían archivadas o apiladas en un escritorio, sin llegar nunca a ver la luz ni proyectarse en la gran pantalla. Estos eventos no solo permiten que los cortometrajes sean vistos por un público más amplio, sino que también brindan una plataforma para la diversidad de voces y perspectivas que a menudo no tienen cabida en los festivales de cine convencionales. Además, fomentan la colaboración con la creación de una comunidad que celebra el arte cinematográfico en todas sus formas. Nos permite conectarnos con otras cineastas, críticas y amantes del cine, generando un ambiente de aprendizaje y crecimiento continuo.

 

Galardonadas de la III Edición del Festival de Cortometrajes Helena Cortesina / Rafa Molina

Gracias a espacios como el Cortesina, las mujeres contamos con un lugar donde sentirnos apoyadas por la industria, donde se respira amor por el cine sin masculinismos, y donde la mujer es quien está delante de los focos.